divendres, 6 de setembre del 2019

LO QUE SE SABE Y LO QUE SE IGNORA SOBRE LA TOXICIDAD DE LOS MICROPLÁSTICOS.




Según un informe del gobierno del Reino Unido de 2018, la cantidad de plásticos de los océanos mundiales se triplicará en los próximos diez años.

A diferencia de otros efectos humanos en el medio ambiente como la polución atmosférica o la contaminación química de los ríos, la contaminación por plásticos es muy evidente. Vemos residuos plásticos en las ciudades, en los ríos, en el mar y en el campo. Hay plásticos en suspensión en el aire y se han encontrado plásticos en el ártico. Allá donde vamos nos encontramos con plásticos. Las imágenes de pájaros, peces e incluso mamíferos marinos atrapados en plástico son impresionantes y cada vez está más extendida la idea de que consumir pescado o marisco contaminado por fragmentos de plásticos podría ser perjudicial para la salud. Por todo ello, no es de extrañar que la contaminación por plástico se haya convertido en un problema público de primera magnitud.

Los plásticos son sustancias poliméricas. Son como cadenas cuyos eslabones son estructuras químicas repetitivas. Estos eslabones se unen con tal fuerza que son muy difíciles de romper y, por esta razón, los plásticos se consideran materiales “casi” inertes. En este “casi” están implicados procesos de lenta degradación que finalmente darán lugar a sustancias químicas diversas, anhídrido carbónico i agua. Los procesos de degradación son tan lentos que, según el tipo de plástico y su exposición a determinadas condiciones ambientales, pueden durar de cientos a miles de años, hasta su desaparición completa.
Es de sobras conocido que los residuos plásticos perjudican a los organismos vivos de los ecosistemas de mares y océanos, pero todavía hay muchas incertidumbres en cuanto a la toxicidad real que los residuos plásticos pueden ocasionar en el tiempo presente y en el futuro.


¿De qué depende la toxicidad de los plásticos?

Producimos ingentes cantidades de plásticos cada año. Continuamente los vertemos como residuos al medio ambiente y los polímeros que los forman se desintegran de forma extremadamente lenta pero inexorable.

Los efectos adversos de la contaminación por plásticos en los organismos vivos pueden ser muy diferentes en función del tipo y tamaño del plástico, del organismo considerado y del mecanismo de toxicidad implicado. Un fragmento de plástico de un milímetro de tamaño no tiene ningún tipo de incidencia en la salud de un ser humano (o de otros vertebrados) pero puede ocasionar la muerte por obstrucción intestinal a un organismo del plancton. Una red de pesca abandonada continúa pescando animales (peces, aves y mamíferos marinos) en el que se ha llamado gostfishing, pero esto es irrelevante en los organismos terrestres, por mucho que pueda afectar a la biodiversidad global. Por tanto, en el estudio de los efectos de los plásticos en los organismos y ecosistemas se deben evitar las generalizaciones, definiendo claramente el ámbito del estudio y los tipos de plástico considerados.

Además, si ya es preocupante lo que vemos, todavía lo es más lo que no vemos. Las regiones del fondo marino parecen contener la mayor parte de los residuos plásticos. Según estimaciones recientes, son el depósito del 94% de toda la masa de plásticos oceánica. Paradójicamente, son de regiones sobre las hay menos información sobre los efectos de los plásticos. Hay que investigar más para determinar la gravedad del problema a nivel global.


Distribución de la contaminación por plásticos en el oceano (Sherrington, 2016)

Cuanto más pequeños, más peligrosos.

Los trozos de plástico grandes se fragmentan en piezas más pequeñas y éstas, a su vez, en otras más pequeñas, hasta dar lugar a lo que se conoce como microplásticos (técnicamente de 5 milímetros de diámetro o menos). Son partículas que se encuentra en el límite de la visión, y más pequeñas todavía. Dado que los objetos de plástico son poco peligrosos en sí mismos para los humanos, salvo por los riesgos físicos de atragantamiento, el mayor motivo de preocupación está en la ingesta involuntaria de microplásticos.

Aun cuando en algunos ámbitos los microplásticos pueden acumularse hasta niveles en que pueden comprometer a ecosistemas, hay estudios que demuestran que los microplásticos ingeridos por organismos superiores son liberados por el intestino sin efectos negativos. Por otro lado, la Autoridad Europea para la Seguridad Alimentación (EFSA, por sus siglas en inglés) considera en un informe que la ingesta de microplásticos en los alimentos es poco relevante en comparación con la exposición a otros contaminantes, porque se asume que las partículas de plástico se ingieren en poca cantidad y son eliminadas con las heces. En contraste, un reciente y polémico informe de la World Wildlife Fund (WWF) alerta de que en una persona del mundo occidental la cantidad ingerida de microplásticos en una semana podría ser el equivalente a una tarjeta de crédito (5 g), aspecto este del que se han hecho eco diversos medios de comunicación. Lo que no ha tenido tanta trascendencia mediática es que la misma WWF admite en su informe que esta cantidad es incierta porque se ha obtenido en base a extrapolaciones y que son necesarios estudios posteriores. Por otro lado, como ya hemos dicho que los fragmentos de plástico son difícilmente absorbibles, la cantidad de 5 g de plástico ingerido en una semana no dice gran cosa por sí misma respecto al riesgo tóxico.

¿Quiere todo esto decir que no debemos preocuparnos?. Nada más lejos. Quiere decir que hace falta destinar muchos más recursos para mejorar nuestros conocimientos sobre los riesgos de los microplásticos sobre nuestra salud. Máxime teniendo en cuenta que la exposición a microplásticos por ingestión o por inhalación va aumentar de forma inevitable en los próximos años.




Formas y tamaños de microplásticos (Crédito: Wang et al., 2019)

Micro-microplásticos

La situación puede ser bastante peor en cuanto a los nanoplásticos. Los nanoplásticos son microplásticos con un tamaño inferior a 20 micrómetros (más pequeños de 20 milésimas de milímetro, sólo visibles al microscopio). En estudios de laboratorio se ha visto que los nanoplásticos pueden ser tan pequeños que pueden penetrar las células de los seres vivos provocando alteraciones denominadas de estrés oxidativo. No se sabe qué relevancia puede tener esto en la salud de los humanos porque se han realizado muy pocos estudios hasta el momento en este sentido (ver revisión reciente aquí),  pero está claro que no son buenas noticias.

Los procesos de degradación físico-químicos de los plásticos dan lugar a fragmentos de polímero cada vez más pequeños y al final se degradan completamente para dar lugar a moléculas pequeñas no poliméricas. La liberación de estas sustancias en el tracto intestinal puede no ser importante, como indica la EFSA, pero si polímeros de tamaño nanométrico penetran las células, estas sustancias podrían provocar la muerte celular, ya sea por estrés oxidativo o por toxicidad directa. En organismos superiores como los seres humanos, la muerte celular debida a factores externos desencadena un proceso inflamatorio que puede derivar en enfermedad crónica.

Tampoco hay muchos datos en referencia al potencial cancerígeno de los nanoplásticos, pero una enfermedad inflamatoria crónica es por sí misma un factor de riesgo. Además, se sabe que algunas sustancias liberadas por los plásticos son cancerígenas o producen mutaciones en el material genético que pueden derivar en cáncer (ver info aquí, aquí y aquí).

Es una cuestión de tiempo que todos los plásticos que no hayan sido incinerados se conviertan en nanoplásticos, tanto en ecosistemas acuáticos como terrestres. Esto es una verdadera espada de Damocles que pende sobre la cabeza de las generaciones futuras.

Pasajeros indeseables en plásticos

Diferentes estudios han demostrado que los microplàstics pueden transportar otras sustancias adheridas a su superficie.

Sustancias tóxicas como metales o insecticidas podrían ser transportadas por microplásticos y terminar en lugares que de otro modo no llegarían. Hay información disponible sobre esto y es preocupante que estas sustancias puedan ser ingeridas por organismos marinos y entren finalmente en la alimentación humana.

La mayoría de los estudios han mostrado que los agentes tóxicos asociados a los plásticos se encuentran a concentraciones demasiado bajas para ser tóxicas, o bien las sustancias se adhieren demasiado a los plásticos para ser liberadas a los organismos y causar problemas. Curiosamente, en un estudio, los niveles de sustancias tóxicas en los tejidos de las aves marinas eran claramente menores cuando habían ingerido microplásticos. Los investigadores sugirieron que las sustancias tóxicas ya presentes dentro de los tejidos de aves se adherían a los plásticos y se eliminaban. Si esto es así, las sustancias adheridas a los plásticos podrían ser menos tóxicas para los organismos marinos de lo que se pensaba, aunque no se descarta la toxicidad de los microplásticos por otros mecanismos. Nuevamente, hay pocos estudios disponibles y las extrapolaciones a humanos son aventuradas.

---   ---   ---

En resumen, hay importantes lagunas en el conocimiento sobre la toxicidad de los plásticos que hay que llenar, especialmente cuando es probable que las partículas de plástico se acumulen en los ecosistemas en grandes cantidades y durante largos períodos de tiempo. No podemos esperar a tener todas las respuestas para tomar medidas, pero hay que evitar llenar estas lagunas con especulaciones basadas en estudios parciales, que puedan provocar alarmas infundadas i un mal uso de los recursos disponibles.

La amenaza de la contaminación por plásticos es global y puede hipotecar el futuro de las generaciones venideras. Por tanto, hace falta hacer mucha y buena ciencia.


(Crédito de la imagen de portada: EP)

divendres, 30 d’agost del 2019

Microplàstics en l’aigua de beguda. Part 2: Anàlisi d’aigües embotellades





Quants microplàstics "bebem" amb l'aigua embotellada?

L'any 2018, Mason i col·laboradors van avaluar el contingut en microplàstics de 19 marques d’aigua embotellada, distribuïdes en 9 països. Del total de 259 ampolles processades, el 93% presentava algun signe de contaminació microplàstica. Van trobar una mitjana de 10,4 partícules microplàstiques de més de 0.1 mm de mida per litre d’aigua embotellada processada.

Els fragments van ser la morfologia més comuna (66%) seguida de les fibres. Van confirmar que, com a mínim, la meitat d’aquestes partícules són de polímers de plàstic, sent el polipropilè el tipus de polímer més comú (del 54% de partícules de plàstic contabilitzades). El polipropilè és utilitzat habitualment per a la fabricació dels taps de les ampolles, per la qual cosa es probable que les partícules d’aquest plàstic trobades a l’aigua provinguin dels taps. Una petita fracció de partícules va mostrar la presència de lubricants industrials, possiblement derivades dels processos d’envasat.

El gràfic següent mostra la densitat de microplàstics en diferents aigües embotellades, expressada en nombre de partícules de microplàstic per litre. Els percentatges corresponent a la mida de les partícules. En taronja les de mida petita de menys de 0.1 mm i en blau les de mida més gran.


Densitat de MP per marca d’aigua (de Mason et al., 2018)

La marca amb més microplàstics va ser la Nestle Pure Life, comercialitzada al Líban i Tailandia, i subministrada també per Amazon, seguida de la Gerolsteiner dels USA. La que menys microplàstics va tenir va ser la italiana San Pellegrino, que pertany al grup Nestle. Resulta, si més no, xocant que Nestle comercialitzi a països pobres de l’orient l’aigua dita Pure Life, que és la més contaminada per microplàstics, mentre que comercialitza la que conté menys contaminació, la San Pellegrino, a Europa  i altres països del primer mon. Això potser donaria per a fer un altre article, però seria un article més polític que tècnic.

És curiós comprovar que en les especificacions de qualitat de l’aigua embotellada consten possibles contaminants com ara dissolvents o pesticides, però no material particulat (veure especificacions de qualitat de San Pellegrino). És urgent un canvi legislatiu en aquest aspecte.

En les aigües embotellades, excepte les que indiquen expressament que son directes de brollador,  no hauria d’haver microplàstics provinents de l’agua original perquè el procés de tractament de l’aigua inclou un sistema de filtratge per osmosi inversa (bàsicament equivalent al sistemes domèstics de purificació de l’aigua corrent).  Per tant, la contaminació per partícules de plàstic o d’altre mena tindrien el seu origen en els envasos, inclosos els taps, i al propi sistema de processat i envasat. De fet, una petita fracció de partícules no plàstiques semblen ser de lubricants industrials, possiblement derivades de la maquinaria d’envasat. Si el sistema de purificació és deficient o inexistent (cosa que no entra a valorar l’article de Mason), llavors també tindríem material particulat de l’agua d’origen.

La contaminació per microplàstics és només una part de la contaminació a que estem exposats en consumir aigua embotellada. S’haurien d’afegir les substàncies alliberades dels com ara els ftalats. Malgrat això, com s’explica en l’article sobre l’informe de la OMS (veure Part 1), la contaminació per microplàstics i substàncies derivades de microplàstics de l’aigua de beguda es considerada poc rellevant, i agències de seguretat alimentaria com la EFSA (Agencia Europea de Seguretat Alimentaria) indiquen que aquests contaminants no impliquen un risc per a la salut, si es troben dins els límits permesos. Però aquest raonament no te en compte que l’aigua embotellada només és una part dels productes alimentaris que consumim, envasats en plàstic. I com els riscos no son mútuament excloents sinó que es sumen, la exposició total a plàstics i a substàncies derivades de plàstics en productes alimentaris podria arribar a ser preocupant.

Si ens referim a l’aigua de l’aixeta, posant a nivell domèstic un sistema d’osmosi inversa obtindríem un aigua de qualitat superior a la embotellada des del punt de vista de les micropartícules (siguin o no de plàstic). Pel que fa a les substàncies derivades dels plàstics, l’aigua de l’aixeta tampoc n’està exempta perquè les conduccions modernes d’aigua son de PVC. Per això es una bona costum deixar córrer l’agua una mica abans de beure-la, si fa temps que no hem obert l’aixeta.

En qualsevol cas, tenint en compte els controls de qualitat a que es sotmet l’aigua de l’aixeta al Catalunya, consumir aigua embotellada no ens reportarà cap benefici per la salut i sí un perjudici considerable per a la butxaca. A més, s’ha de tenir present que el major percentatge de envasos de beguda que contaminen els mars i oceans correspon als d’aigua embotellada.

dijous, 29 d’agost del 2019

Microplàstics en l’aigua de beguda. Part 1: L'informe de la OMS.




Recentment la Organització Mundial de la Salud (OMS) ha publicat un extens informe sobre la presència de microplàstics en l'aigua de beguda. En aquest article se'n fa una revisió crítica.

--- --- ---

En els darrers vint anys el nombre de investigacions relacionades amb la contaminació per plàstics a crescut en proporció directa a l’increment de la contaminació mediambiental per plàstics. Paradoxalment, aquest allau d’estudis a posat de manifest el nostre desconeixement sobre els efectes a llarg termini de la contaminació per plàstics en diferents ecosistemes i en nosaltres mateixos. 

Davant aquest panorama, més que intentar bussejar en l’allau d’informació científica disponible, ens hem de refiar de revisions fetes per agències governamentals o entitats d’àmbit internacional. Així, l’informe publicat a l’agost de 2019 per la Organització Mundial de la Salut (OMS) sobre els microplàstics en aigua de beguda es molt aclaridor pel que fa als coneixements que ara es tenen sobre aquest aspecte en particular i sobre les línies d’investigació futures.

De primer s’ha de dir que és consideren microplàstics els fragments de polímers plàstics de mida inferior a mig centímetre. Els microplàstics inclouen els fragments de materials de tipus cautxú, com ara restes de pneumàtics, i també les fibres tèxtils. Aquesta definició engloba també els dits nanoplàstics, que son els microplàstics més petits. De l’ordre de mil·lèsimes de mil·límetre. Aquesta diferenciació és molt important perquè quan més petit és el fragment de plàstic, més fàcil és que sigui absorbit per l’intestí.

Vies d’entrada dels microplàstics en les aigües superficials (de l’informe de la OMS)

Els microplàstics entren en entorns d’aigua dolça de diverses maneres: principalment de corrents d’aigües superficials com els rius i dels efluents d’aigües residuals (tant tractades com no tractades), però també directament de l’aigua de pluja. A més, hi ha evidències de que alguns microplàstics que es troben a l'aigua de beguda, poden provenir de sistemes de tractament i distribució d'aigua de l’aixeta o de sistemes d’embotellament en el cas d'aigua embotellada. S’ha de destacar que mentre la població dels països de renda més alta te accés majoritari a aigües de begudes sanejades, la resta de la població mundial, que és la majoria, beu aigua no sanejada, ja sigui de pous o aigües superficials. La OMS te la obligació de tenir molt en compte la rellevància del consum d’aigua no sanejada per part de la majoria de la població mundial, però el gruix dels estudis de la contaminació per plàstics es fa en institucions del “primer mon”, cosa que, inevitablement, dona una visió esbiaixada del problema a nivell mundial.

Com era d’esperar, les quantitats reportades de microplàstics en aigües dolces superficials i en aigua corrent de beguda estan en relació amb l’increment dels volums de fabricació de plàstics en general.


Evolució de la producció anual de plàstic (de https://ourworldindata.org/faq-on-plastics)

En termes generals, el risc és sempre funció de la perillositat i de la exposició a l’agent o situació perillosa. En el cas del microplàstics, la perillositat està associada a les característiques físiques de les partícules, a les substàncies potencialment tòxiques que els microplàstics poden alliberar i a les substàncies i microorganismes que els microplàstics poden portar adherits a la seva superfície. La exposició es la quantitat de microplàstics que ingerim en l’aigua de beguda.

Pel que fa a les característiques físiques de les partícules (mida, forma, superfície relativa) les evidencies indiquen que és probable que els microplàstics de mida superior 15 dècimes de mil·límetre no siguin absorbits pel cos humà. L’absorció i distribució de partícules microplàstiques molt més petites (dites nanoplàstics) pot ser més gran, però la informació disponible és limitada i, de vegades, poc realista. No obstant, alguns estudis han demostrat que els nanoplàstics poden travessar les membranes de les cèl·lules i exercir un efecte tòxic. Donat que en els processos de degradació dels plàstics el primer i més important és la fragmentació, és inevitable que les moltes tones de plàstics que contaminen tots els mars de la nostra Terra esdevinguin primer microplàstics i desprès nanoplàstics. Per tant, el consum de nanoplàstics en l’aigua de beguda anirà creixent amb els temps.

En base a la limitada evidència disponible, els productes químics i els patògens microbians enganxats als microplàstics de l'aigua de beguda representen un nivell de preocupació baix per a la salut humana. Això és degut a que, en els països de renda alta, la pròpia ingesta de microplàstics amb aigua de beguda es baixa i les substàncies potencialment tòxiques i organismes infecciosos es troben en tan poca quantitat que fan de la seva ingesta un risc molt petit, sobretot si considerem la exposició a altres substàncies tòxiques i per altres vies. En aquests països, el tractament d’aigües residuals, primer, i els tractaments de potabilització de l’aigua de l'aixeta, després, fan que els nivells de microplàstics en l’aigua de beguda puguin ser acceptables des del punt de vista sanitari. 

Però les dues terceres parts de la població dels països de renda baixa i mitjana no té accés a un sistema d’aigües residuals i l’accés a aigua de beguda sanejada es extremament limitat. En aquests llocs, malgrat haver concentracions molt elevades de microplàstics en l’aigua de beguda, son molt més importants per a la salut els riscos associats a l’exposició a microbis patògens. La OMS considera que, en aquests comunitats, fent front al problema d’exposició a aigua contaminada per microbis, es pot abordar al mateix temps la contaminació relacionada amb els microplàstics.

Ja hem dit que les plantes de tractament d’aigües son essencials per limitar el nombre de microplàstics en l’aigua de beguda però, que es fa amb els microplàstics que es retenen en les plantes de tractament d’aigües residuals i en les plantes potabilitzadores? La OMS reconeix que això és un problema pendent de solució. Certament és poden emmagatzemar aquests residus, però això no fa més que traslladar la contaminació de lloc i, en el millor dels casos, dilatar el problema en el temps.

Fins aquí, l’OMS identifica dos camps d’investigació que haurien de ser prioritaris, sense oblidar altres àmbits: Els efectes tòxics dels nanoplàstics, especialment a llarg termini, i també la millora en els sistemes de sanejament d’aigua superficials.

Els plàstics que estan ja contaminant el mediambient no son només una amenaça per al futur, ja estan exercint avui dia els seus efectes pernicioses en tots els àmbits de la biosfera. Com no podia ser d’una manera, per a la OMS la millor manera d’evitar empitjorar el problema és actuar en el seu origen. Es dir: deixar d’alliberar plàstics al mediambient. Partint de la base de que no tots els articles de plàstic son intrínsecament perversos (aquí la OMS cita com exemples els articles sanitaris de plàstic d’un sol ús, com ara xeringues), les recomanacions inclouen millorar els programes de reciclatge, reduir els residus domèstics, millorar les solucions circulars (reutilitzar), reduir l’ús de plàstics sempre que sigui possible i disminuir les aportacions de residus al medi ambient per part de la indústria.

Com a crítica a les estratègies esmentades per la OMS es podria dir que el pes de la responsabilitat de la contaminació per plàstics és deixa bàsicament sobre la població general. Sembla que s’ignora, una vegada més, el paper dels grans lobbys industrials relacionats directa o indirectament amb el plàstics, com també la dependència dels governs i autoritats supranacionals a aquest lobbys. Mentre diversos sectors tracten d’influir a la població,  els recursos públics destinats a investigació son minsos i la legislació és lenta i insuficient. Malgrat tot, està en mans de la població dels països dits democràtics no sols actuar efectivament i de manera individual sinó també impulsar amb el seu vot les polítiques que afavoreixin l’aturament i reversió de l’acumulació de residus plàstics.

Nota: De la llarga llista d’autors i col·laboradors implicats en l’informe de la OMS, cap és espanyol.

Crèdit de la imatge de portada: WHOI

dimecres, 21 d’agost del 2019

Toxicitat dels residus de plàstic



Segons un informe del govern del Regne Unit (2018), la quantitat de plàstics dels oceans mundials es triplicarà en els propers deu anys.

A diferència de molts altres contaminants humans mediambientals, els residus plàstics són molt visibles. Les imatges d’ocells o peixos enredats en plàstic són colpidores, com també la idea de que ens podria perjudicar menjar peix o marisc que contingui petits trossos de plàstic. Per tant, no és d'estranyar que la contaminació per plàstic s'hagi convertit en una preocupació pública de primera magnitud.

Certament, els plàstics es degraden en el mediambient i els trobem en quantitats cada vegada més grans als nostres mars i oceans. De fet, això pot perjudicar la vida marina i els seus ecosistemes, però, si ens fixem en les evidencies, encara hi ha moltes incerteses pel que fa a la toxicitat real que els residus plàstics poden ocasionar en el nostre temps i en el futur.

La toxicitat del plàstic: Una paranoia dels ecologistes?

Els efectes adversos de la contaminació per plàstics en la vida dels organismes poden ser molt diferents en funció del tipus i mida del plàstic, del organisme considerat i del mecanisme lesiu implicat. Un fragment de plàstic d’un mm de grandària no te cap tipus de incidència en la salut d’un humà (o altres vertebrats) però ocasionarà la mort per obstrucció intestinal a un organisme del plàncton. Una xarxa de pesca abandonada continua pescant animals (peixos, aus i mamífers marins) en el que s’ha anomenat gostfishing, però aquest mecanisme és irrellevant en els organismes terrestres, per molt que pugui afectar a la biodiversitat global. Per tant, en l’estudi dels efectes dels plàstics en els organismes i ecosistemes s’ha de definir clarament l’àmbit d’aplicació, defugint les generalitzacions. 

Produïm grans quantitats de plàstics cada any. Contínuament els aboquem com a residus al medi ambient i els polímers que els formen es descomponen de forma extremadament lenta. Les partícules grans es fragmenten en peces més petites conegudes com a microplàstics (tècnicament de 5 mm de diàmetre o menys). Actualment als microplàstics es troben al sol i a l’aire, i se’ls reconeix com els contaminants més importants d’origen humà en entorns marins a tot el món. Malgrat reconèixer la manca d’estudis en humans, la Autoritat Europea per a la Seguretat Alimentació (EFSA, per les seves sigles en anglès) considera en un informe que la ingesta de microplàstics en els aliments es poc rellevant en comparació amb la exposició a altres contaminants.

En alguns àmbits, els microplàstics es podrien acumular fins a nivells que comprometen els ecosistemes. Les regions del fons marí semblen particularment susceptibles donat que, segons estimacions recents, son el dipòsit del 94% de tota la massa de plàstics oceànica. Paradoxalment, són aquestes les regions on menys informació hi ha sobre quantitats i efectes dels microplàstics. Cal treballar més per dir amb seguretat fins a quin punt es tracta d’un problema greu.


Distribució de la contaminació per plàstics en el oceans (Sherrington, 2016)

Sobre la qüestió de la toxicitat dels microplàstics per la vida marina, sabem sens dubte que aquestes partícules són fàcilment transportades pels nostres mars i oceans i sabem que els organismes els ingereixen. Tot i això, els polímers que formen els plàstics son molt poc reactius químicament i tenen una toxicitat mínima per a la vida marina per ells mateixos, mes enllà dels efectes fisics. Malgrat la poca reactivitat química, els plàstics poden patir degradació físic-química i, fins i tot biològica, però tant lentament que es poden considerar substàncies gairebé inerts. La qüestió és si poden causar danys d’altres maneres.


 Morfologies i mides de microplàstics (de Wang et al., 2019)

Hi ha molts estudis que suggereixen que els microplàstics ingerits són alliberats de l’intestí d’organismes superiors sense efectes negatius, i cal destacar que els investigadors han tendit a experimentar en laboratori amb concentracions considerablement superiors a les que es troben al medi. Si els microplàstics no s’absorbeixen en animals superiors, el seu potencial per acumular-se als teixits i causar toxicitat per sí mateixos és molt baix. Donat que no s’acumulen, no es poden transmetre de manera significativa a un depredador que s’alimenti d’aquest organisme. Per tant, els microplàstics entrarien en una categoria diferent a les substàncies tòxiques que acaben a la cadena alimentària després d’acumular-se als teixits interns dels peixos, com ara el DDT o el mercuri.

Micro-microplàstics

Tanmateix la situació pot ser diferent pel que fa als nanoplàstics. Els nanoplàstics son microplàstics amb un diàmetre inferior a 20 micròmetres (més petits de 20 mil·lèsimes de mil·límetre). En estudis de laboratori s’ha vist que els nanoplàstics poden ser tant petits que poden penetrar les cèl·lules dels éssers vius provocant alteracions dites d’estrès oxidatiu. 

Els processos de degradació físic-químics dels plàstics donen lloc a fragments de polímer cada cop més petits, abans de degradar-se completament a molècules petites no polimèriques. L’alliberament d’aquestes substàncies pot no ser un problema important per la seva poca velocitat d’alliberament i poca quantitat alliberada, però si polímers de mida nanomètrica penetren les cèl·lules, aquestes substàncies podrien exercir un efecte citotòxic fins provocar la mort cel·lular. En organismes superiors com els éssers humans, la mort cel·lular deguda a factors externs desencadena un procés inflamatori que pot esdevenir en malaltia.

És una qüestió de temps que tots els plàstics que no hagin estat incinerats esdevinguin nanoplàstics. Aquesta es una veritable espasa de Damocles que penja sobre el cap de les generacions futures.

Polizonts en plàstics

Diferents estudis han demostrat que els microplàstics poden transportar, com si es tractés de polizonts, altres substàncies enganxades a la superficie.

Substàncies tòxiques com ara metalls o insecticides podrien ser transportades per microplàstics i acabar en llocs que d’altra banda no arribarien. En hi ha informació disponible sobre això i és motiu de preocupació que aquestes substàncies puguin ser ingerides per organismes marins i entrin finalment en la cadena alimentaria humana.

No obstant, la majoria d’estudis han mostrat que els agents tòxics associats als plàstics són o bé a concentracions massa baixes per a ser tòxiques, o bé les substàncies s’adhereixen massa als plàstics per a ser alliberades als organismes i causar problemes.

Es més, en un estudi, els nivells de substàncies tòxiques als teixits de les aus marines eren clarament menors quan havien ingerit plàstics. Els investigadors van suggerir que les substàncies tòxiques ja presents dins dels teixits d’aus s’enganxaven als plàstics i s’eliminaven. Si això és així, les substàncies adherides als plàstics podrien ser menys tòxiques per als organismes marins del que es pensava.

---   ---   ---

En resum, hi ha importants llacunes en el coneixement dels científics que cal omplir, especialment quan és probable que les partícules de plàstic s’acumulin en grans quantitats i durant llargs períodes de temps en els ecosistemes. No és raonable que s’omplin aquestes llacunes amb especulacions poc o res fonamentades. Es ben cert que no podem esperar que la investigació científica doni respostes completes abans de prendre mesures. Però fer afirmacions no recolzades amb estudis rigurosos, pot provocar que no s’apliquin prou recursos a les amenaces realment importants.

Moltes son les preguntes que queden sense resposta i moltes vies d’investigació estan obertes. Com a exemples, cal aprofundir en els efectes dels nanoplàstics a nivell cel·lular i en organismes superiors, i també caldria esbrinar si formes específiques de microplàstics (fibres, per exemple) presenten dificultats particulars per a la seva eliminació en alguns organismes a traves del tracte intestinal, propiciant la seva acumulació.

---   ---   ---

Nota de l'autor: Aquest article està inspirat en un treball de Ted Henry i Anna Catarino, Profesor de Toxicologia mediambiental i postdoc, respectivament, de la Universitat de Heriot-Watt (UK), publicat a març del 2018 en la revista on-line The conversation .